
Una enfermedad lo condenó a vivir dentro de una máquina por casi siete décadas
Paul Alexander, nació en 1946 y cuando tenía seis años de edad la vida le dio un golpe sorpresivo, la polio había ingresado a su organismo y poco a poco la sintomatología fue marcando su vida al punto de tener que depender de una máquina de acero para poder vivir, esa máquina se convirtió en el pulmón que le permitió conservar la vida por más de 65 años dentro de ella.

La poliomielitis a esa temprana edad fue el verdugo que le quitó la movilidad corporal debido a la grave afectación de los nervios. Paul, fue sometido a una traqueotomía que terminó paralizando su cuerpo desde el cuello a los pies, el diafragma se comprometido y la dificultad para respirar se adueñó de ese pequeño niño de tan solo seis años, dejando sin tregua a los médicos que asumieron la dura decisión de encapsularlo en un ventilador mecánico, una máquina denominada «pulmón de acero» .
A partir de ahí todo se fue complicando, en especial las relaciones interpersonales, ni que decir de las relaciones amorosas, pese a ello Paul nunca se detuvo, estudió leyes en la Universidad Metodista del Sur de Dallas y tuvo la oportunidad de culminar sus estudios y graduarse como abogado.
La Universidad marcó un momento importante en la vida de Paul, ya que es ahí donde conoció a su gran amor «Claire», quien compartió hermosos momentos junto a él , sin embargo el joven debido a sus limitaciones no resultó ser del agrado de la madre de Claire, por lo cual la relación fue prohibida pese a que ambos jóvenes habían determinado comprometerse.

Si bien el amor no pudo quedarse en la vida de Paul, hubo alguien que sí estuvo y sigue estando en cada momento y se ha convertido en pies y manos de Paul, Kathy Gaines vive en el mismo departamento, dedicada por décadas al cuidado de Paul, pese a haber perdido la vista, ambos siguen apoyándose y desafiando el mundo de probabilidades y estadísticas y si bien la relación no tiene tintes amorosos algunos la definen como una vida matrimonial.
DATO
Paul Alexander, fue parte del Libro Guinness de los Récords debido al tiempo de permanencia dentro de la máquina acero y se atreve a señalar que el pasado o los obstáculos que encontramos en el camino no definen el futuro de las personas.