Se encontraron restos de cerebro y piel de 3.700 años de antigüedad en un asentamiento de la Edad del Bronce en el oeste de Türkiye

Se encontraron restos de cerebro y piel de 3.700 años de antigüedad en un asentamiento de la Edad del Bronce en el oeste de Türkiye

En las excavaciones de Tavşanlı Höyük, en la provincia de Kütahya, en el oeste de Turquía, arqueólogos han realizado un sorprendente descubrimiento: restos de cerebro y piel bien conservados de dos individuos que datan de la Edad del Bronce. Estas excavaciones son cruciales para entender la comunicación interregional en Anatolia Occidental y Central.

Tavşanlı Höyük, conocido como el «Corazón de Anatolia Occidental» debido a su forma en las tomas aéreas, se encuentra en la ruta de transición entre Anatolia Occidental y Central. Este montículo abarca unas 45 hectáreas y ha sido objeto de excavaciones a cargo del Departamento de Arqueología de la Universidad Bilecik Şeyh Edebali.

El hallazgo de los restos de cerebro y piel de un joven y un hombre de mediana edad resulta excepcional. Estos restos se han conservado a través de la carbonización y se cree que pertenecieron a dos individuos atrapados en su hogar durante un ataque que tuvo lugar hace aproximadamente 3.700 años, cuando la ciudad fue incendiada. Estos restos, que ofrecen una visión única de la vida en la Edad del Bronce, se presentaron en una conferencia de la Asociación Europea de Arqueólogos en Belfast, Irlanda del Norte.


Según el profesor Erkan Fidan, quien dirige las excavaciones, Tavşanlı Höyük es el asentamiento más antiguo de la región y se cree que fue la capital de la zona durante la Edad del Bronce. El ataque a gran escala ocurrió alrededor del año 1.700 a.C., resultando en la completa destrucción de la ciudad.

Los restos de cerebro son particularmente notables, ya que rara vez se encuentran en excavaciones arqueológicas en Anatolia. Los esqueletos, que fueron sometidos a altas temperaturas, permitieron que el cerebro se conservara dentro del cráneo, proporcionando una visión única de las personas atrapadas en el fuego.

Además de los restos de cerebro, los arqueólogos descubrieron restos de piel en uno de los esqueletos, carbonizada por el calor. Esto se considera el primer y único ejemplo de piel humana carbonizada encontrada en Turquía durante períodos arqueológicos, lo que resalta la importancia de este hallazgo.

Los expertos ahora se embarcarán en investigaciones adicionales para comprender mejor el motivo detrás del ataque y la identidad de los agresores. Los restos de cerebro y piel proporcionan una visión única de un período histórico lejano, ofreciendo información valiosa sobre la vida y la tragedia que experimentaron las personas de la Edad del Bronce en esta región de Anatolia Occidental.

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