
Se descubre la reconstrucción facial del antiguo egipcio que vivió hace mas de 30.000 años
Un hombre que vivió hace 30,000 años en lo que hoy es Egipto está siendo objeto de estudio y atención por parte de investigadores, ya que su esqueleto proporciona valiosas pistas sobre la evolución humana. Los restos óseos de este individuo fueron descubiertos en 1980 en Nazlet Khater 2, un sitio arqueológico en el valle del Nilo en Egipto. A través del análisis antropológico, se determinó que tenía entre 17 y 29 años en el momento de su muerte, medía alrededor de 160 centímetros de altura y tenía ascendencia africana. Este esqueleto representa el espécimen más antiguo de Homo sapiens encontrado en Egipto y uno de los más antiguos del mundo, según un estudio publicado en marzo.

Sin embargo, durante décadas, se sabía muy poco sobre este hombre, aparte de que fue enterrado junto a un hacha de piedra. Recientemente, un equipo de investigadores brasileños ha utilizado decenas de imágenes digitales de sus restos esqueléticos, que forman parte de la colección del Museo Egipcio de El Cairo, para crear una aproximación facial realista.
A pesar de algunas pérdidas de huesos, como costillas y partes de la tibia, el cráneo estaba bien conservado. Los investigadores notaron que la mandíbula de este individuo se diferenciaba de las mandíbulas modernas, siendo más robusta. Para recrear la parte faltante del cráneo, copiaron y reflejaron el lado opuesto, utilizando puntos de datos de tomografías computarizadas de donantes virtuales vivos.

El proceso de creación de la aproximación facial implicó la fotogrametría, donde las imágenes se unieron digitalmente para crear dos modelos virtuales en 3D del hombre. Uno mostraba una imagen en blanco y negro con los ojos cerrados en una expresión neutral, mientras que el otro representaba una versión artística del individuo con cabello oscuro despeinado y una barba recortada.
Es importante destacar que la aproximación facial no es una reconstrucción precisa al 100%, ya que se basa en datos estadísticos disponibles. Sin embargo, humanizar el rostro del individuo de esta manera puede aumentar el interés del público y la identificación con el personaje histórico.

Los investigadores tienen la esperanza de que este estudio de un hombre antiguo de hace más de 30,000 años contribuirá a una mejor comprensión de la evolución humana. Su antigüedad lo convierte en un recurso valioso para los arqueólogos que desean desentrañar los misterios de cómo hemos evolucionado a lo largo del tiempo. Este hallazgo arqueológico ofrece una ventana única al pasado y puede inspirar un mayor estudio e interés en la arqueología y la historia en general.