
Revelando las almas perdidas de Pompeya las tomografías computarizadas sin precedentes iluminan una antigua tragedia
Las víctimas de la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C., que quedaron sepultadas en Pompeya durante más de 1,900 años, están siendo traídas de vuelta a la vida gracias a la tecnología de imágenes moderna. Arqueólogos han estado restaurando y escaneando meticulosamente los cuerpos preservados de 86 romanos que perdieron la vida en este trágico evento.

Los resultados de estos escaneos arrojan fascinantes descubrimientos. Uno de los hallazgos más sorprendentes es el excelente estado de los dientes de los romanos, lo que sugiere una dieta baja en azúcar y alta en fibra. También se descubrió el cuerpo de un niño de aproximadamente cuatro años, acompañado por un hombre y una mujer adultos, presumiblemente sus padres, así como un niño más pequeño durmiendo en el regazo de su madre.
Los escáneres revelaron detalles impresionantes, como los labios fruncidos del niño, como si estuviera en estado de shock. Además, se han examinado la columna, las costillas y la pelvis de otras víctimas, proporcionando información valiosa sobre sus vidas y muertes.

Algunos escaneos intentan dar vida al cráneo de las víctimas utilizando un tinte de contraste que simula la apariencia de músculos y piel, creando una visión espeluznante pero realista. También se evidenció que muchas de las víctimas de Pompeya sufrieron graves lesiones en la cabeza, posiblemente causadas por la caída de escombros durante los terremotos que precedieron a la erupción.
El proyecto de restauración y escaneo forma parte de la preparación de los restos para una exposición llamada «Pompeya y Europa». A lo largo de los años, muchas de las víctimas fueron enyesadas para preservar sus poses originales, y ahora estos moldes están siendo cuidadosamente retirados para revelar los cuerpos en su interior.

Para los cuerpos que son demasiado delicados para abrir o para capturar detalles en el interior de la ceniza, se utilizan máquinas de tomografía axial computarizada (TAC) que producen modelos 3D detallados de los restos. Este método se ha vuelto común en la arqueología y se ha utilizado previamente en el estudio de momias egipcias.
Stefania Giudice, conservadora del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, que trabaja con las víctimas de Pompeya, destacó la emotividad de lidiar con estos restos, ya que representan historias humanas conmovedoras.

Pompeya, una próspera ciudad romana, fue devastada por la erupción del Monte Vesubio, que arrojó cenizas sobre la ciudad y posteriormente la cubrió con lodo. Los restos de las víctimas quedaron sepultados en las cenizas, y la restauración y escaneo de estos cuerpos proporciona una visión única del pasado y de la manera en que las personas vivían y murieron en ese trágico evento. Pompeya, ahora Patrimonio de la Humanidad, atrae a millones de turistas cada año que buscan conectarse con su historia congelada en el tiempo.