La pareja encontró un extraño esqueleto de Mano Alienígena en la playa, Sparking Fear
Un misterioso apéndice que apareció en una playa de Brasil generó temor inicialmente debido a su aspecto peculiar, similar a una mano alienígena, pero según los expertos, se trata de un hallazgo de este mundo. Leticia Gomes Santiago y su novio, Devanir Souza, encontraron esta mano gigante con dedos largos y huesudos mientras paseaban por la costa. Aunque inicialmente se pensó que era un hallazgo extraño, un biólogo marino identificó el apéndice como parte de un cetáceo, un mamífero acuático que incluye ballenas, delfines y marsopas.
A pesar de su apariencia sorprendente, este apéndice es en realidad un vestigio de los primeros ancestros de las ballenas que caminaron sobre la tierra hace unos 50 millones de años. En su interior, las aletas de ballena y delfín tienen cinco «dedos» o extremidades pentadáctil, una característica compartida con humanos, anfibios y otros animales que demuestra un ancestro común.
El hallazgo se realizó en Ilha Comprida, estado de São Paulo, Brasil, el 20 de noviembre, y la pareja que lo encontró lo llevó a casa para un análisis más detallado. Según el biólogo marino Eric Comin, el animal marino al que pertenecía el apéndice murió hace unos 18 meses. Dada su ubicación geográfica, es probable que los huesos pertenezcan a un delfín, ya que estos mamíferos son comunes en la región.
El Instituto de Investigaciones Cananéia (IPEC), un organismo ambiental de la región, alienta a las personas a notificar el hallazgo de restos de animales en la playa para evitar interferencias con el ciclo de nutrientes en el ecosistema. En ocasiones, estos restos se recolectan para estudios científicos o necropsias para identificar la causa de la muerte si se trata de animales recientemente fallecidos.
El estudio de las aletas de ballenas y delfines es importante para comprender su evolución y su conexión con ancestros terrestres. Estos mamíferos descienden de criaturas que vivían tanto en tierra como en agua, y su transición gradual hacia la vida acuática se ha investigado profundamente en la paleontología.
En 2008, se encontró la primera evidencia de que las ballenas evolucionaron a partir de animales terrestres llamados Indohyus. Esta criatura, que caminaba en el agua como un hipopótamo, eventualmente se adaptó a la vida acuática, desarrollando características que le permitieron vivir en el mar. El estudio de estos fósiles proporciona información valiosa sobre la evolución de las ballenas y su conexión con otros animales terrestres.
