
Exploración de 40 millones de años de historia encuentran artefactos antiguos de una mina de oro de California
Durante el siglo XIX, los mineros que trabajaban en Table Mountain y otras áreas de extracción de oro encontraron numerosos artefactos de piedra y restos humanos en sus túneles. Estos hallazgos, según los expertos, pertenecían a estratos del Eoceno-eга, con una antigüedad estimada de entre 38 y 55 millones de años. El geólogo J. D. Whitney, quien era el principal geólogo gubernamental de California en ese momento, examinó estos datos y publicó el libro «The Auriferous Gravels of the Sierra Nevada of California» en 1880. Sin embargo, debido a que sus conclusiones contradecían las ideas darwinistas sobre los orígenes humanos, el libro fue excluido del discurso científico.

El descubrimiento de oro en las gravas de los lechos de los ríos en Sierra Nevada atrajo a una gran cantidad de aventureros y mineros a la región. Inicialmente, los mineros tamizaban las gravas para encontrar pepitas y escamas de oro. Luego, las corporaciones mineras utilizaron diversas técnicas, como la perforación de pozos en las laderas de las montañas y el uso de chorros de agua de alta presión, para extraer el oro de las gravas auríferas en las laderas.
Durante estas actividades mineras, los mineros encontraron numerosos artefactos de piedra y huesos humanos. J. D. Whitney transmitió la importancia de estos hallazgos a los científicos. Aunque resultaba difícil fechar los depósitos superficiales y los artefactos relacionados con la minería hidráulica, se consideraba que los objetos encontrados en los pozos o túneles de las minas proporcionaban una mejor cronología. Whitney afirmó que los datos geológicos indicaban que las rocas auríferas tenían una antigüedad máxima correspondiente al Plioceno. Sin embargo, los geólogos modernos consideran que algunos depósitos de grava podrían remontarse al Eoceno.

Se realizaron numerosas perforaciones en el condado de Tuolumne, atravesando los estratos profundos de Table Mountain, hasta alcanzar las rocas auríferas. En algunos casos, los pozos atravesaban la latita durante cientos de metros. Las gravas justo encima del lecho rocoso tenían una antigüedad estimada entre 33,2 y 56 millones de años, mientras que otras gravas variaban entre 9 y 55 millones de años.
El antropólogo físico William B. Holmes, de la Institución Smithsonian, sugirió que si Whitney hubiera comprendido completamente la evolución humana como se conoce hoy en día, habría dudado en afirmar sus conclusiones, a pesar de contar con una gran cantidad de evidencia que respaldaba sus afirmaciones. El darwinismo y otros puntos de vista influyeron en el tratamiento del sitio arqueológico de Hueyatlaco en México. En la década de 1970, los arqueólogos liderados por Cynthia Irwin Williams encontraron herramientas de piedra junto a huesos de animales que habían muerto durante la excavación en Hueyatlaco.
