Excavaciones revelan restos de un niño de 3.000 años en un antiguo cementerio iraní
En la región de Segzabad, en la provincia de Qazvin, en el centro-oeste de Irán, arqueólogos de la Universidad de Teherán han llevado a cabo excavaciones en un antiguo cementerio que han revelado fascinantes descubrimientos que datan de hace aproximadamente 3,000 años.
El equipo de arqueólogos, dirigido por el Dr. Mustafa Deh Pahlavan, ha encontrado restos humanos de niños, bebés y fetos, así como los restos de dos caballos, dos cabras y una oveja. Este sorprendente hallazgo se realizó en un área de aproximadamente cinco metros cuadrados.
El complejo funerario descubierto es de considerable tamaño, pesando alrededor de 10 toneladas y tiene una altura de 120 cm. Contiene los restos de nueve niños, un bebé y un feto. La primera parte del complejo alberga los restos funerarios de un niño junto con los de una cabra joven. Los restos de fetos y bebés abortados se encontraron en ollas de barro, y se observa una ausencia de una orientación específica de las tumbas en el cementerio.
De acuerdo con la datación de los restos humanos, se estima que el esqueleto del niño tenía menos de seis años en el momento del entierro. Además de los restos humanos, se encontraron restos de animales, como cabras, ovejas jóvenes, vacas, camellos y caballos, indicando que los animales eran enterrados junto a los difuntos.
La segunda parte del complejo contiene los restos de dos caballos adultos de diferentes razas. Uno de los caballos fue enterrado sobre su lado izquierdo sin su cráneo, mientras que el otro, posiblemente de la raza Caspio, fue enterrado acurrucado sobre su lado derecho con su cráneo semiexpuesto. El segundo caballo llevaba un collar con cuentas de bronce y tenía una brida de hierro en su boca.
La tercera parte del sitio exhibe una mezcla caótica de restos humanos y animales. Se han identificado ocho cráneos humanos, así como el cráneo de una oveja adulta y el cráneo de un feto humano. También se han encontrado objetos de cerámica, como un recipiente con asa vertical, un pequeño jarro y una vasija con decoraciones de cuerdas y color guisante.
Además de los restos humanos y animales, se han encontrado objetos de valor, como pulseras de bronce, un anillo y restos de un collar elaborado con piedra, bronce y cuentas de marfil, lo que sugiere un estatus social especial para algunos individuos enterrados en el cementerio.
Este descubrimiento arqueológico proporciona una ventana fascinante hacia el pasado de Irán y plantea preguntas sobre las prácticas funerarias y la sociedad de hace milenios en esta región.
