
Esta momia de 2.500 años fue encontrada cubierta de misteriosos tatuajes y sosteniendo una cartera de marihuana
La Hada del Hielo de Siberia, también conocida como la «Princesa de Ukok» o «Princesa Altai» de Ochi-Bala, es una momia femenina de 2.500 años de antigüedad que fue descubierta en 1993 en un kurgan en la meseta de Ukok, República de Altai, Rusia. Este hallazgo arqueológico se considera uno de los más importantes de Rusia en el siglo XX.

La momia de la Princesa Altai se encontró junto con 6 caballos y 2 guerreros, lo que sugiere un linaje noble. Se cree que pertenecía a los Pazyryks, un pueblo nómada mencionado por el historiador griego Heródoto en el siglo V a.C. Desde su descubrimiento, ha sido sometida a intensas investigaciones en el Museo del Instituto de Arqueología y Etnología de Novosibirsk, incluyendo pruebas de ADN y reconstrucción facial.
Un análisis de resonancia magnética reveló que la Princesa Altai tenía un tumor en el seno derecho y metástasis en el ganglio linfático, además de osteomelitis y lesiones traumáticas. Aunque no está claro si el cáncer fue la causa de su muerte, es evidente que sufrió mucho.

Los indígenas de Altai consideran a esta momia como su antepasado y la llaman Princesa Kadyn, una sacerdotisa que se sacrificó para proteger la Tierra de los espíritus malignos.
Sin embargo, dos misterios rodean a la Princesa Altai. El primero son sus tatuajes en la mano, que aún no se comprenden completamente. El tatuaje en su brazo izquierdo representa un ciervo de dos cabezas con patas de oveja y un leopardo de cola larga, un animal sagrado para los Pazyryks.
El segundo misterio es el terremoto de magnitud 5,3 que ocurrió en el mismo lugar 19 años después de su descubrimiento, en 2012. Los lugareños lo atribuyen a la «venganza de la momia», como si su desentierro hubiera enfurecido a los dioses. También se menciona un incidente similar en el que un avión que transportaba la momia experimentó un terremoto en el día de su desentierro en 2001, aunque esto no fue ampliamente aceptado. Un terremoto de magnitud 6,6 en 2003 tampoco ha sido oficialmente vinculado.

La muerte de Boris Konchev, Ministro de Cultura de la República de Altai, mientras intentaba llevar a la familia de la Princesa Altai a casa, fue considerada por algunos como una advertencia de la momia.
En resumen, la Princesa Altai es una momia antigua que ha desconcertado a los científicos debido a sus tatuajes enigmáticos y a los misteriosos eventos sísmicos que han ocurrido en torno a su descubrimiento. Aunque su historia y su legado continúan siendo objeto de especulación, su importancia en la arqueología y la cultura de Altai es innegable.